Condiciones de seguridad en el laboratorio dental
Las prótesis, férulas e incrustaciones que utiliza el odontólogo para tratar a sus pacientes son elaboradas en un sitio especializado: el laboratorio dental. El laboratorista o técnico dental se encarga de elaborar cada pieza única e individual de manera mayoritariamente artesanal, de acuerdo a los requerimientos de cada paciente y las indicaciones del médico. Además de conocimiento técnico y profesional, el laboratorista dental es dueño de una minuciosa destreza manual, en tanto su trabajo consiste en la fabricación de cada implemento por separado, cuidando al detalle tanto el aspecto estético como médico. Tarea invisible para el paciente, la labor de este verdadero artesano dental es sustancial para el resultado exitoso de cualquier tratamiento odontológico. Como en cualquier espacio de elaboraciones químicas y mecánicas, en el laboratorio dental deben respetarse estrictas normas preventivas y de desinfección. Este aspecto es imprescindible tanto para cuidar la bioseguridad del profesional como la del paciente que usará los productos allí fabricados. La normativa, pues, se hace más exigente en tanto los fines del laboratorio apuntan a la salud bucal. Las reglas específicas deseguridad e higiene del laboratorio dental están estipuladas en la legislación de cada país.
Procedimientos preventivos para el paciente
Para garantizar que las prótesis a utilizar estén absolutamente libres de infecciones, los técnicos dentales proceden a lavar cada pieza tallando todas sus superficies con un cepillo adecuado y jabón antimicrobiano. El cepillo se almacena siempre en una solución desinfectante, producto que también se utiliza para sumergir la prótesis lavada. La desinfección se completa con limpiador ultrasónico, evitando que el producto se disemine hacia el espacio de producción del laboratorio. Tras estas etapas de profunda limpieza, la prótesis se enjuaga con abundante agua.
Prevenciones para el laboratorista
El riesgo de contagio de enfermedades a partir de las impresiones que llegan al laboratorio es uno de los principales peligros sanitarios de este espacio de trabajo. Los moldes con restos de saliva, sangre o tejidos pueden ser medios de transmisión de enfermedades contagiosas como el SIDA o la hepatitis, entre otras. En estos casos, el odontólogo debe informar al laboratorista de la existencia de las afecciones para que éste tenga especial cuidado en la manipulación de la impresión. De más está decir que esta manipulación siempre se realiza con guantes de látex. Para disminuir los riesgos de contagio y evitar la contaminación del área de trabajo, las impresiones deben ser tratadas adecuadamente ya desde el consultorio. Inmediatamente después de su obtención, la impresión debe lavarse con abundante agua fría para eliminar la saliva, sangre y otras sustancias bucales. Los procedimientos de desinfección posteriores varían según la resistencia de los materiales utilizados. La mayoría de las impresiones deben mantenerse húmedas para que los desinfectantes actúen eficazmente, aunque materiales como los hidrocoloides y poliéteres pueden verse afectados por la inmersión prolongada en las sustancias desinfectantes. Dado el uso de diferentes instrumentos punzantes y de altas tempreaturas, el técnico protésico está expuesto a cortes, arañazos, quemaduras y otras heridas, sobre todo en las manos. Por ello, además de la constante atención para evitar accidentes, es necesario (y obligatorio) contar con un botiquín de primeros auxilios con todos los productos en fecha. Los ojos es otra área del cuerpo expuesta a múltiples daños. Los micromotores sobre el metal y la resina producen el lanzamiento de partículas pequeñas y peligrosas para los órganos de la visión, que deben estar siempre protegidos con gafas especiales. Los cristales ahumados son empleados para proteger los ojos de la luz intensa que desprende el proceso de colado sobre el metal. A nivel óptico, la fijación de la vista durante lapsos extensos en detalles pequeños requiere el uso de focos de luz específicos para evitar daños en la visión En un trabajo de gran destreza manual como el del protésico, es central una buena postura ergonómica para prevenir dolencias musculares o articulatorias. Un buen punto de apoyo para el pulso, una postura relajada y una silla cómoda a la distancia exacta de la mesa son los puntos básicos para una ergonomía saludable. Los diversos procedimientos de combustión y fundición producidos en el laboratorio pueden tener efectos nocivos en los pulmones si el área de trabajo no está correctamente ventilada. Los extractores son fundamentales para la expulsión de gases dañinos, medida que se complementa con el uso de mascarillas protectoras. Ante el riesgo de incendio que presentan los materiales inflamables, es medular cumplir con las normas vigentes acerca de las salidas de emergencia y señalización de extintores.
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